¿Me quieres de verdad?

Hoy voy a contar el caso de Marina. Marina estaba trabajando hacía más de cinco años en una pequeña empresa. Había empezado justo cuando acabó la universidad… le habían propuesto un puesto fijo, de «chica para todo». Empezó con ganas, se ganó la confianza del jefe… y fue avanzando. Primero, llevaba la «caja». Luego la contabilidad. Después se encargaba de toda la administración e impuestos… y después de todos esos años, era la máxima responsable en temas financieros, administración, compras y fiscal. Pero seguía en esa pequeña empresa. Su jefe la apreciaba mucho pero nunca le había aumentado el sueldo. Bueno… sí, lo justo que marcaba el convenio. En total, después de cinco años, un 2,5%.

Y… aunque estaba contenta, empezó a buscar una nueva oportunidad. Y sin demasiados esfuerzos, consiguió «la oferta». Una gran empresa le ofrecía un «puestazo», pagando un 40% por encima de lo que estaba cobrando. Además, en la nueva empresa le ofrecían un plan de carrera e ir progresando a medida que fuera «demostrando».

Y Marina aceptó emocionada. Después, se lo contó a su jefe. El de toda la vida. Y su jefe… ante tales circunstancias, quiso quedársela. Le dijo que la apreciaba muchísimo. Que su empresa no podía seguir sin ella. Que era muy importante… y le subió el sueldo un 50%. Además, le reconoció su puesto, le dio nuevas funciones… le vendió «la moto».

Y Marina se lo creyó, y se quedó. Finalmente rechazó la oferta de su vida.

Cuando alguien te quiere… ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que te lo diga? ¿El amor se demuestra con palabras o con hechos?

Feliz Día de San Valentín.

 

21 respuestas a “¿Me quieres de verdad?

  1. A mi me pasa lo mismo que a Marina. He ido ascendiendo en una empresa que no me ha subido el sueldo en los últimos 4 años. Se trata de una gran empresa, con una horquilla de sueldos para mi posición, y según me dicen, estoy arriba desde que entré por una buena negociación por mi parte. Lo de la negociación me lo dicen por el peloteo, pero sí sé que estoy en la parte superior de la horquilla. También soy mujer, de 35 años, y todavía sin hijos (y los quiero tener). Y, por lo tanto, con pocas posibilidades de cambio en un futuro cercano. Me quedaré embarazada, daré a la empresa todo lo que tengo mientras siga con ellos (incluida una baja maternal suave para la empresa), y dentro de 2 años me largaré con viento fresco. Me apasiona lo que hago, pero me cabreo regularmente por estar haciendo muchas más cosas que mis compañeras, que cobran lo mismo que yo y viven mucho mejor.

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  2. Pues sinceramente, la decisión fué dificil…. pero estoy con los que piensan que si no te valoran mejor vé con los que sí. Quizás puedas equivocarte, pero casi seguro que aciertas. Los hechos y las palabras van unidas, yo te puedo decir cosas pero si no te lo demuestro….. yo prefiero las dos, que me digan y que me demuestren. Por supuesto que hago lo mismo. Un saludo, buen blog.

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    1. Me alegro Joserra que tú también hagas lo mismo. No hay nada mejor que predicar con el ejemplo… pero sí, estoy de acuerdo, es mejor sentirse «querido» por dos que sentirse ignorado por todos… ¿no crees? Gracias por tu comentario!

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    1. Juanma… hay casos de todo, los hay de gente que prefiere, como decía, «malo conocido» que bueno por conocer… lo ilustraba como ejemplo pero evidentemente las dos opciones eran posibles. O quedarse, o irse… gracias por tu comentario!

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  3. Me pasaron cosas parecidas las veces que cambié de empleo.
    La primera y segunda vez mis jefes se alegraron. Me apreciaban y me dijeron que no estaba en sus manos poder darme más de lo que había alcanzado y me desearon suerte y éxitos. Hasta ahí estaba todavía en la base de la pirámide.
    En los dos últimos, cuando ya ascendí, luego de muchos años (9 y 1/2 en uno y 7 en otro), ambos jefes se enojaron. No solo no me dieron lo que les plantee, sino que trataron de desmoralizarme. El peor fue el último.
    No obstante, estoy muy feliz de las decisiones tomadas. Todas me permitieron crecer profesionalmente y humanamente.
    He llegado a dirigir dos Gerencias y 127 personas. Se imáginan lo que uno aprende al tratar con esa diversidad de almas! Casi, casi hay que volverse psicóloga, para no equivocarse demasiado y ser equilibrada, ecúanime, equitativa, y mantener los valores en alto. Pero tal cual le pasó a la protagonista de la historia, mi jefe no me valoraba (y no se trataba solo de dinero). En fin… me sentí tan feliz al renunciar y eso que amaba lo que hacía.

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    1. Hmmm pues resulta que esto es una «gran» leyenda urbana a juzgar por los múltiples comentarios que he leído en internet sobre ello! Parece ser que estos dos símbolos chinos (wei ji) no significaban estas dos palabras… pero efectivamente Kennedy lo dijo así en un discurso y esto ha pasado a la historia! De todas formas, gracias! La verdad es que estaría bien que fuera así!

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  4. Marina,

    La próxima vez no te lo pienses dos veces y coge la nueva oferta con todo lo que te trae.

    La gran empresa te ofrece un gran punto de partida con un plan de carrera con el que puedes crecer y desarrollarte en todos los aspectos.

    Tu empresa actual te ofrece un gran final ya que, cada vez que quieras más, te van a recordar el gran esfuerzo que han hecho por tí al subirte el sueldo en un 50%. Y recuerda, solo hicieron este movimiento in-extremis.

    El amor se demuestra todos los días y no cuando nos sentimos en el lecho de muerte (que es como se debió de sentir tu jefe al enterarse de que te ibas…).

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  5. Perdonadme el atrevimiento de opinar sobre temas personales que requieren un estudio más profundo, pero a bote pronto, si a mí he hubiera sucedido lo mismo (rechazar una oferta y seguir con la empresa actual una vez que me reconocen mi labor), tendría claro que esta última decisión habría sido un error.

    Veamos. En la vida son más importantes los valores que el dinero. Si un jefe es capaz a tenerte unos cuantos años sin valorarte y solamente «cede» cuando le pones una contraoferta encima de la mesa… ¡¡no vale la pena trabajar para él!! Es un ruín y un miserable, un aprovechado, un oportunista, un rácano, un explotador… ¿sigo?

    Estos gestos dicen mucho de esa persona, y desde luego no son cosas positivas. Yo creo que en poco tiempo volverán a estar con el mismo conflicto. Con total rotundidad, creo que Marina se equivocó aceptando la contraoferta. Ojalá me equivoque.

    Un abrazo

    Juan José

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    1. Seguramente tienes razón Juan José pero el caso es así … a veces, prefieres lo «malo» conocido que lo bueno por conocer… puede ser otra razón de dejarse encandilar por los antiguos jefes y empresas. Gracias por tu comentario!

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  6. Este caso me resulta familiar. Por suerte, mi historia termino mejor. Me salio una oportunidad estupenda para cambiar de trabajo. Cuando se lo conte a mi superior immediato se alegro mucho por mi. Sin embargo, el jefe que estaba por encima se lo tomo fatal, me dijo que era un gran error dejar su empresa y su departamento porque las oportunidades estaban por llegar. Me hizo dudar, pero tras reflexionar me dije que queria «arriesgarme». Dos años mas tarde, he aprendido cosas nuevas y he mejorado profesionalmente mas que si me hubiera quedado en mi empresa ya que no supo encajar bien la crisis.
    Desgraciadamente mi jefe, el que me dijo que era un error «dejarle», ha descendido de escala profesional. Uno de los motivos por los que le sucedio fue que no estaba actualizado, no habia aprendido idiomas, no se habia informado de lo que pasaba en el mercado y se habia dormido pensando que ya habia llegado donde tenia que llegar.
    Por suerte yo tome otro camino, quizas no era el mejor, pero si era uno que me abria otras puertas!

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  7. Bonita fábula
    La calidad de una relación, sea cual sea, se conquista y se gana día a día.
    Lo más dramático en lo particular y en lo profesional es que justificamos la indiferencia del que debiera mostrar interés y el conformismo del que debiera mostrar ambición.

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